Me he cambiado de ciudad, alquile una habitación en una vieja casa, sin medios de comunicación, sin nada. Solo un colchón de esos inflables que me sirve para pasar la noche y mi fiel reproductor de discos… Y es en ese volver a lo primitivo, a lo esencial, como he encontrado la mejor forma en apreciar mis disco, en especial este que hoy les presento.
He leído que el sonido de esta placa ha sido definido como una marcha fúnebre unida a una extrema exaltación sensorial producida por algún hongo alucinante en su punto mas elevado. De ahí ya pueden dilucidar lo difícil que puede ser escuchar un disco como este, donde no solo se mezclan en un espacio la más temible turbiedad, sino que se le han añadido los suficientes metanfetaminas para hacer alucinar al más cuerdo, donde lo único cierto es que J.A. Seazer -mítico personaje de la contracultura japonesa- en colaboración con miembros del colectivo artístico del teatro Terayama Shuji de Tenjo Sajiki -o como demonios se escriba- logran plasmar una obra “sublime” por decir menos para personas un poco mas receptivas y abiertas a la experimentación.Para señalar solo algunos temas, “wasan” el track No 6 del álbum es a mi modo de ver una obra maravillosa llena de un misticismo rabioso, fúnebre y épico, seguido de “Jinriki Hikōki No Tame No Enzetsu Sōan” que es un dialogo a dos veces, donde la voz femenina parece recitar el nombre de distintos países -eso si mi sistema auditivo no se ha visto afectado- como si de una lista negra se tratase, mientras que la voz masculina que arranca de la calma se vuelve mas enérgica e iracunda con el transcurrir del tema, quien sabe que maldiciones echara no le doy al japonés, poniendo punto final con una pieza ultra-lisérgica llamada “Ōtori No Kuru Hi” que convierten todo el conjunto en una imagen pintoresca del abismo, como trata de advertirnos el arte del disco a pesar de lo majadero que puede resultar.
En fin me dejo de tanta verborrea, ya que no les estoy vendiendo nada, solo recuerdo que mi escucha fue interrumpida por mi vecina de habitación, me imagino que quería constatar que tipo de “freaky” vivía al lado, yo con una sonrisa le respondí…
Vaya sorpresa encontrar esta joyita nipone. Por cierto la primera vez escuche este album se me bajo la presion, el disco es realmente chiflado ya que su performance es oscura, acida, densa y atmosferica, sin duda alguna los japones eran bien "pasteles" a la hora de crear musica psico-progresiva.Cambiando de tema aqui te dejo otro album de los kemados J.A Seazer llamado Jasumon...Disfrutalo....
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