Michael Bruchmann - Drums, percussion
Nanny DeRuig - Vocals
Christian Grumbkow - Guitar
Joachim Grumbkow - Cello, flute, keyboards, mellotron
Peter Kaseberg - Bass, acoustic guitar, vocals
Me he sentado a escribir y al momento de tratar de representar mis impresiones del disco me he encontrado con que ninguna palabra de ningún idioma realmente está diseñada para trasmitir belleza aún de una forma puramente superficial y vana. Vaya! A veces es difícil entender como el campo de las emociones y sensaciones esta velado al poeta tanto como el conocimiento de la realidad está oculto al científico pese a sus abstracciones matemáticas.
Pero bueno, cuestionarme de la incapacidad del lenguaje de penetrar la realidad pese a que a menudo este se escapa al universo de lo inmaterial y lo simbólico no es motivo de esta entrada o no de una forma directa. El porqué de mi escape de los objetivos de este espacio no es otro que presentar uno de los álbumes que más me ha sacudido.
Christoph Noppeney - Violin, flute, piano
Me he sentado a escribir y al momento de tratar de representar mis impresiones del disco me he encontrado con que ninguna palabra de ningún idioma realmente está diseñada para trasmitir belleza aún de una forma puramente superficial y vana. Vaya! A veces es difícil entender como el campo de las emociones y sensaciones esta velado al poeta tanto como el conocimiento de la realidad está oculto al científico pese a sus abstracciones matemáticas.
Pero bueno, cuestionarme de la incapacidad del lenguaje de penetrar la realidad pese a que a menudo este se escapa al universo de lo inmaterial y lo simbólico no es motivo de esta entrada o no de una forma directa. El porqué de mi escape de los objetivos de este espacio no es otro que presentar uno de los álbumes que más me ha sacudido.
Hörderlins Traum es por decir menos música poética donde cada instrumento es una pieza de algo más complejo y maravilloso, es increíble la fusión y la minuciosidad técnica de todos y cada uno de ellos, los pasajes liricos a cargo de Nanny DeRuig cuya presencia me recuerda a la Venus de Botticelli son un viaje directo a Arcadia, entre sonidos orientales producto de la variedad instrumental, un magnifico aroma a canela producto de la atmosfera acústica y un halito de romanticismo perenne, donde las letras están inspirada en el poeta Hölderlin como era de adivinar, caso de “Requiem für einen wicht” que habla sobre el pensamiento y la libertad.
Hasta aquí perdonaran mis pobres palabras, sé que no hacen justicia, por tal razón los invito a la escucha.
Buen aporte. Pero falta el pass. Gracias
ResponderEliminarYa está, perdón.
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